Andrés 2 (Verdad)

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_Él no entendería si le explicase entonces las reales emociones que me embargaban en ese momento, le amaba, profusamente, de una manera única e intimidante, y en mis lagrimas se consagraban el sentir, el querer profano, pero él carecía de dicha información y carecía por sobre todo de el saber exacto de que podría ocurrirme, mas le preocupaba.
- Dime, se que te pasa algo, yo te puedo escuchar- sus ojos palpaban mi temor y lo acurrucaban de manera abstracta en su pecho hinchado de calor, pero él no comprendía.
-Estoy bien, no tienes que preocuparte, andate mejor ¿A caso no tienes que salir con tu polola?, estas atrasado, yo estoy bien, son solo unas lagrimas- quede sin embargo encrucijada en sus ojos ambiguos, temía, y me dolía aquel sentir de manera ineludible, por primera vez desde que le conocía le observe con sinceridad, se lo dije todo, le conté el secreto que me ahogaba, le hable de mi amor, le hable de "ello".
_Después de unos instantes, me contemplo tranquilo sin entender mi verdad, me toco el hombro amasándolo con sus dedos, le sonreí confusa, luego se fue, aquella sería la última vez que le contemplase, mi ultimo recuerdo seria entonces su silueta empequeñeciéndose con sus pasos, su cabello opaco y desordenado con el propósito de, su caminar equitativo por las lozas de la plazoleta, lo había dejado ir sin hablarle de lo que mi ser expresaba.

_Era un estúpido, un real imbecil, lo sabía, ¿Para que seguir?, ¿Para que tratar?, esta ahí, forzando situaciones, ¿Por qué?

-¿Tú lo amas?- la voz de su amiga le llego de improviso, aunque llevaba ahí un rato fue la primera vez que la escucho en la longitud de tiempo y espacio que las conjugaba.
-Se supone que si ¿O no?, mis lagrimas, mis actos, mis omisiones, todo responde a lo que debería llamarse amor, ¿Por qué no debería serlo?
-Entonces dile la verdad, él tiene que saberlo, tiene que saberlo todo.
-Tú sabes que es tarde, que el tiempo se desvaneció frente a mi, que no pude, que no reuní la fuerza que necesitaba ¿Como decirle la verdad?, es tarde, ya ha crecido demasiado.
-Anis, entiende, acá no se trata de fuerza, acá se trata de alguien más, de otra vida, ¿Que vas a hacer?
-Tú sabes lo que tengo que hacer, lo sabes...
-Él debería saberlo...
- ¿Saber qué?, ¿Contarle que me conoce más de lo que el puede o no recordar?, no puedo decirle que estuvimos juntos, que conozco su piel tanto como el conoce la mía, no puedo decirle que me metí a su habitación aquella fiesta, no puedo decirle que las cosas fueron más allá de lo que podía o no hacer, no pude decirle mis sentimiento esa noche, no podré decirle lo que crece, no puedo- las palabras la habían descompuesto, el ser le había producido una sensación absurda.
- Es su hijo, tú no eres dueña de esa criatura, insisto el debe la menos saberlo.

_Se casaron el año siguiente a que saliéramos del colegio, él perdono la infidelidad de ella, la amaba, talvez nunca supo que esa noche estuvo con otra, con la madre de su hijo, su varón.


Ariel B: ¿Tienes MSN?

Gracias de nuevo!